domingo, 30 de noviembre de 2014

EL OLFATO

El olfato es el sentido encargado de detectar y procesar los olores. Es un quimiorreceptor en el que actúan como estimulante las partículas aromáticas u odoríferas desprendidas de los cuerpos volátiles, que ingresan por el epitelio olfatorio ubicado en la nariz, y son procesadas por el sistema olfativo.



El olfato es el más sensible de los sentidos, ya que unas cuantas moléculas –es decir, una mínima cantidad de materia– bastan para estimular una célula olfativa. Detectamos hasta diez mil olores, pero como las estructuras olfativas, al igual que el resto de nuestro cuerpo, se deterioran con la edad, los niños suelen distinguir más olores que los adultos.



Además de advertirnos de peligros como el humo y los gases tóxicos o venenosos, el olfato contribuye con el gusto, estimulando el apetito y las secreciones digestivas.

La nariz es el órgano por el cual penetran todos los olores que sentimos desde el exterior. Es un cuerpo saliente del rostro, ubicado entre la boca y la frente, por debajo de la cavidad craneana.

El olfato está relegado al fondo y a lo alto de la nariz, cuyo interior está constituido por dos cavidades, las fosas nasales, separadas por un tabique. Cada fosa se divide en dos partes: la anterior o vestíbulo, cubierta por una membrana mucosa llamada epitelio olfativo, y la posterior, recubierta por la mucosa nasal, que es donde se encuentran los receptores olfativos que nos permiten captar los distintos olores. Cada célula receptora termina en pequeños pelitos, desde seis a 20, llamados cilios. Estos están conectados a columnas de células que sirven de soporte a los receptores del olfato.




PARTES DEL OLFATO

Nervio olfatorio: Es un nervio únicamente sensitivo, conduce impulsos olfatorios de la nariz al sistema nervioso central.

Receptores olfatorios: Son los encargados de detectar los olores.

Cilios olfatorios: Son células nerviosas con pelos microscópicos, se encargan de recoger los olores para que el receptor los envíe al encéfalo en forma de impulso nervioso.

Narinas: Son dos cavidades separadas por un tabique y situadas en la cabeza, por encima de la cavidad bucal.

Cavidad Nasal: Es la parte interna de la nariz. Se encuentra revestida por una pared mucosa que produce el moco. Este tiene por función mantener húmeda la cavidad nasal y atrapar polvo, suciedad y partículas nocivas para que no penetre en los pulmones.

Bulbo olfatorio: O lóbulo olfativo es una región del cerebro en la cual se interpretan las aferencias sensoriales de las terminaciones nerviosas de los receptores estimulados.


El olfato, como vimos, reside en las fosas nasales que son dos orificios localizados por detrás de la nariz y encima de la boca. Las fosas nasales están separadas por un tabique cartilaginoso: en su parte anterior y óseo en la, porción posterior. Se encuentran por debajo de la cavidad craneana y en su cara externa se advierten tres salientes llamados cornetes  superior, medio, e inferior.

Cada fosa nasal se comunica por una abertura con el exterior.  A la entrada de ellas se encuentran pelos gruesos y cortos.  El interior está recubierto por una membrana llamada pituitaria.

Esta presenta dos aspectos:

1. Pituitaria respiratoria, por ella pasa el aire que va a los pulmones y el que sale de los pulmones. Es de color rosado y recubre la porción inferior de las fosas nasales.

2. Pituitaria olfatoria, en ella se encuentran las células olfativas, que son impresionadas por las sustancias odoríferas. Es de color amarillento y se ubica- en el cornete superior, por donde -se distribuyen las ramas del nervio olfatorio.

Nervios olfatorios

Las fosas nasales reciben dos clases de nervios:

1. Nervios de la sensibilidad general, que proceden del trigémino y a través de los cuales se perciben las sensaciones del tacto.

2. Nervios sensoriales del olfato que son los nervios olfatorios. Dentro de la cavidad craneana,  cada nervio olfatorio se ensancha para formar el bulbo olfatorio, que descansa sobre la lámina cribosa del etmoides.

Es importante saber que para que un cuerpo tenga olor es necesario que sea volátil; es decir, que emita pequeñas partículas químicas que se disuelvan en la mucosidad de la pituitaria. La intensidad de los olores depende de la mayor o menor cantidad de partículas volátiles emitidas. Los cuerpos provistos de olor se llaman odoríferos, y los que no lo tienen, inodoros.

Cuando las sustancias olorosas –moléculas de olor– entran en la nariz, se disuelven en la mucosidad nasal, activando las terminaciones nerviosas de los cilios de las células receptoras, que generan un impulso. Este viaja a través de las fibras nerviosas –que son alrededor de 50 millones en cada fosa nasal–, pasando por agujeros del hueso etmoides, en el bulbo olfativo, donde se conectan con los nervios olfatorios que transportan la información al lóbulo temporal del cerebro.


¿Sabías qué?

• Las mujeres tienen el sentido del olfato más desarrollado que los hombres.
• Hay personas que tienen mejor olfato que otras, probablemente porque sus receptores funcionan mejor o están más especializados.
• Lo que para algunos es un olor fuerte y desagradable -como podría ser el de la mayonesa, el vinagre o talvez algún perfume-, puede ser ignorado o considerado agradable por otras personas.